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Una de las cuestiones más polémicas del cine de Tarantino es el uso de la violencia. Ya desde sus comienzos, este director apuntaba maneras: Reservoir Dogs salpicaba de sangre las pantallas de medio mundo. La famosa escena en la que un policía es torturado sirvió de inspiración a dos jóvenes americanos que la emularon; lo que provocó una ríada de críticas al film y a su director por promover la violencia.
Posteriormente, en Pulp Fiction la violencia seguía muy presente: ajusticiamientos, torturas, asesinatos, violaciones,...
Frente a Kill Bill, Reservoir Dogs y Pulp Fiction parecían películas para todos los públicos. El volumen I de la particular venganza de una novia vejada y recién salida de un coma, supone un baño de sangre de magnitudes colosales (inspirado en la exagerada violencia del cine oriental).
En todos los casos, sobre todo en el de Reservoir Dogs, los responsables de la película esgrimieron el derecho a la libre expresión y apuntaron, con toda la razón, que eso era cine. Sólo cine. Y que no se les podía responsabilizar de la mala utilización por parte de los espectadores.
[Fuente gráfica: Google]